A través de la ruta del Chilindrón, te damos a conocer una de las salsas más antiguas de los fogones zaragozanos y que permite acompañar platos de carne o pescado: ternasco de Aragón, con indicación Geográfica Protegida, pollo de corral, bacalao, etc.
En Zaragoza, el chilindrón representa el guiso– o salsa- que concentra la esencia de su cocina tradicional: huerta y corral, culinaria autárquica, sublimación de lo humilde.
Sus componentes esenciales- pollo o ternasco, cebolla, ajo, tomate, pimiento y jamón de Teruel con Denominación de Origen, todos ellos productos de proximidad, puedes adquirirlos en el Mercado Central, uno de los mejores ejemplos de la arquitectura en hierro zaragozana de comienzos del siglo XX, restaurado y reinaugurado este año 2020.
Una de las mejores recetas de pollo al chilindrón que se conserva es la que nos legó el escritor y poeta Julio Alejandro, guionista de Luis Buñuel, excusa perfecta para destacar la condición de Zaragoza de ciudad cinematográfica y para acercarnos al parque metropolitano del agua que lleva el nombre del cineasta calandino, en el meandro de Ranillas.
Varios restaurantes, que incluyen entre sus propuestas pollo o ternasco al chilindrón jalonan la ruta romana de Zaragoza, para hacerla paseando tranquilamente y que, desde las murallas al museo del Foro de Caesaraugusta, atraviesa la plaza del Pilar, con la Basílica del Pilar, el palacio renacentista de la Lonja, la Seo y los museos del Puerto Fluvial, las Termas y el Teatro entre otros atractivos turísticos que se asoman al río Ebro. En esta zona podrás disfrutar del legado que el maestro Francisco de Goya, a través de sus pinturas y grabados, dejó en la ciudad en la que pasó su infancia y juventud, Zaragoza. Puedes admirar su obra tanto en la cúpula de la Basílica del Pilar como en el Museo Goya Colección Ibercaja o en el Museo Alma Mater.
Con la ruta del chilindrón podrás adentrarte en otro de los ensanches residenciales de la ciudad: la zona de la Universidad, de gran prestigio en España y por donde verás mucha gente joven y repleta de estudiantes Erasmus.
En el centro de la plaza San Francisco puedes ver la estatua del rey Fernando el Católico, artífice de unir la corona de Aragón con el reino de Castilla.
Cualquiera de estos restaurantes puede ser una buena elección para degustar un buen chilindrón, maridado con un vino procedente de alguna de las tres denominaciones de origen zaragozanas: Calatayud, Campo de Borja o Cariñena o con una cerveza de la centenaria cervecera maña, de las pocas independientes de España.
¡Tómate tu tiempo y disfruta de cada uno de los rincones que te descubre esta ruta tradicional!
Descripción: Situado en una bodega del siglo XV restaurada, este establecimiento ofrece cocina aragonesa en la que destaca el ternasco de Aragón y las carnes rojas de primera calidad. Está ubicado en la Plaza del Pila.
Descripción: El Restaurante Gayarre destaca por su cocina de proximidad y, en especial, por sus recetas de productos tan aragoneses como las borrajas, siempre con un toque vanguardista y original.
Descripción: Ofrece platos de recetas tradicionales aragonesas como el pollo al chilindrón y verduras y frutas de temporada y cultivadas en la zona geográfica en la que nos situamos.
Descripción: Entre la plaza del Carmen y el Paseo de Independencia, con una comoda terraza, ofrece una cocina bien elaborada en la que el producto aragonés esta muy presente.
Descripción: Pequeño y coqueto restaurante decorado en tonos naranjas y con cuadros de pintores aragoneses. Un lugar acogedor donde se fusionan elegancia y sencillez. Ofrecen cocina de autor y de mercado.
Descripción: Cocina mediterránea, de cercanía y algún toque moderno en El Tubo zaragozano. El local cuenta con una pequeña zona de barra a la entrada para degustar tapas y algunas raciones.
Descripción: Elaborar comida típica aragonesa y convertirlo en el restaurante típico aragonés de nuestra ciudad, ha sido siempre nuestro máximo referente, usando las recetas tradicionales de Aragón e incorporando nuevos platos según la demanda del mercado, pero siempre manteniendo la calidad y poniendo esmero al elaborarlos.