Es muy típico en València añadir caracoles, alcachofas o incluso pato. Hay también quien la sirve con limón cortado en rodajas y quien añade un poco de ajo en el sofrito, aunque en estos últimos puntos hay opiniones encontradas. Todo depende del gusto del consumidor.
Elaboración:
Calentar el aceite en la paella (recipiente ancho y poco profundo) a fuego suave.
Saltear el pollo y el conejo unos 5 minutos.
Añadir la verdura limpia y troceada, las judías y las alcachofas, y el tomate rallado. Freír unos minutos hasta conseguir un sofrito homogéneo.
Echar el pimentón y freír a fuego muy lento durante un minuto, después verter el agua.
Se le añade el azafrán, el garrofó y la sal al gusto.
Subir el fuego y dejar hervir unos 15 minutos.
Añadir los caracoles, en caso de poner este ingrediente.
Distribuir el arroz por toda la sartén.
Dejar hervir otros 15 minutos y probar el caldo. Añadir sal si fuera necesario.
Durante los últimos 7-8 minutos añadir el romero, dejarlo cocer unos 5 minutos y después retirarlo.
La paella estará lista cuando el agua se haya evaporado pero no esté totalmente seca.
Para que tenga ‘socarrat’ el fondo de la paella, dejar a fuego lento un poco más de tiempo.
Una vez lista la paella, hay algunas costumbres muy valencianas, como comerla con cuchara de palo o directamente de la paella. Pero eso ya, depende del contexto…