Del Cantábrico y sus rulas (lonjas) llegan a las mesas ovetenses pescados y mariscos para todos los gustos, cada uno en su temporada. Entre los productos más abundantes están la merluza ( la mejor es la “del pincho”, la pescada con anzuelo), las sardinas y los pequeños bocartes, que son los boquerones frescos. Porque el pescado en esta costa asturiana tiene sus nombres propios. El pixin ( rape) es una exquisitez, también en fritos, y el cabracho es una delicia servido en pastel, aunque si es verano, quizá nada mejor que elegir bonito en cualquier receta. De marisco hay igualmente donde elegir, del centollo a las andaricas (nécoras) o los percebes sin olvidar los oricios (erizos) ahora con una veda que convierte su sabor yodado a puro mar en todo un lujo. Los ríos también dan sabor a la gastronomía ovetense, especialmente el salmón de los ríos asturianos que cada año celebran el primer capturado que recibe el nombre de “ Campanu”.