La faba (fabes o fabas en plural) es la alubia asturiana de la Granja con IGP y la base del plato más universal de la gastronomía asturiana: la fabada. Pero no es esa la única receta con fabes. En los restaurantes de Oviedo se sirven también fabes en el típico pote, que lleva verdura, en guisos marineros como las fabes con almejas, o, en temporada de caza, con jabalí o con perdiz.
Junto a las grandes cualidades nutricionales de esta legumbre, la faba asturiana tiene sus propias características: es grande (y aún crece más al cocinarla), blanca y con la piel suave y lisa. Se consume seca, que tiene más sabor, o fresca, que ofrece una piel todavía más fina y se puede congelar, lo que evita además que al prepararla haya que dejarla la noche anterior en remojo.