La IGP sólo se aplicará a melones de la categoría I, con un contenido en azúcar mínimo de 11º Brix (± 0,5º) y un peso unitario comprendido entre 1,8 y 4 Kg. (± 0,1 Kg.).
Los melones de la variedad «Piñonet» o «Piel de Sapo» tienen forma elipsoidal u ovoide.
La corteza puede ser lisa o ligeramente rugosa, con un grosor medio de 0,6 a 0,8 cm. Presenta un escriturado o asurcado longitudinal de intensidad variable, normalmente más abundante cerca de la zona del pedúnculo y de la cicatriz del pistilo. Predomina en la piel el color verde, con manchas oscuras de tamaño medio, uniformemente distribuidas, tornando en la madurez hacia el amarillo. La pulpa es de color blanco o cremoso. En la cavidad central, relativamente pequeña por relación a otras variedades, se halla la zona placentaria, de color anaranjado, en la que se encuentran las semillas.
Desde el punto de vista sensorial, las principales características son el dulzor, la alta jugosidad y la escasa fibrosidad de su carne.
Zona geográfica:
La zona de producción, acondicionamiento y envasado del melón está situada en la comarca natural «Mancha», y comprende las localidades de Alcázar de San Juan, Arenales de San Gregorio, Argamasilla de Alba, Campo de Criptana, Daimiel, Herencia, Llanos, Manzanares, Membrilla, Socuéllamos, Tomelloso, Valdepeñas y Villarta de San Juan.
Método de obtención:
Se comprobará cada partida mediante muestras reducidas, la conformidad de los melones con los criterios de madurez, no vitrescencia de la pulpa y no desprendimiento de las semillas.
Vínculo:
El melón «piñonet» o «piel de sapo» es uno de los cultivos característicos de la comarca natural Mancha, en la que constituye un buen complemento para las explotaciones familiares agrarias, cuyos ingresos proceden principalmente de la viña y los cereales. Muy probablemente, el cultivo del melón fue introducido en La Mancha por los árabes. Las referencias más antiguas son las recogidas en el «Tratado Agrícola» de Ibn Bassal al-Tulaytubí, que reinó en los reinos taifas de Toledo (1043-1075) y Valencia (1065-1075). Otro de sus discípulos realizó ensayos de aclimatación y herborizaciones por todo Al-Ándalus, describiendo muchas variedades de melón, entre las que mencionó especialmente la sukkarí, que era un melón de secano, muy dulce y de pequeño tamaño. El vínculo de este producto con la zona puede acreditarse a través de la historiografía y de las informaciones orales que aún hoy pueden facilitar los agricultores de la zona.
La llanura manchega es una cuenca sedimentaria en la que su horizontalidad y planitud son casi perfectas, alterada por cerros que destacan ligeramente. Su altura media oscila entre los 500-700 m. Los materiales que rellenan la cuenca son de naturaleza detrítica y afectada por encostramientos carbonatados. Los terrenos en los que se localiza el cultivo son poco profundos, con tierras de labor de no más de 35 cm de profundidad y escasa fertilidad, bajos niveles de materia orgánica y ph elevados. Son terrenos arenosos o franco-arenosos, muy permeables y altamente mineralizados, con un horizonte B de costra caliza, pedregosos, porosos y fácilmente laborables.
Climatológicamente es una comarca fría y seca. La zona de cultivo tiene niveles pluviométricos comprendidos entre los 300-400 mm, con fuertes niveles de insolación y evapotranspiración en el estío, y amplitud térmica escasa con noches calurosas y bajos niveles de humedad.
Estas condiciones edafoclimáticas proporcionan al producto unas propiedades cualitativas en cuanto al tamaño, el color, el escriturado de la piel y la conformación externa de los frutos; la textura y la fibrosidad de la pulpa; la jugosidad y dulzor de la carne.