Tudela, ciudad de las tres culturas, tierra de ilustres y conocida por sus excelentes verduras, cuenta con una amplia oferta turística y gastronómica.
Su condición de tierra de paso en la que han dejado marcada su impronta romanos, judíos y árabes tanto en la arquitectura, cultura, como en su gastronomía; unas condiciones climáticas especiales y las aguas del majestuoso Ebro que bañan sus tierras de la Mejana, han favorecido el desarrollo de su gastronomía diferencial en la que destacan sus excelentes materias primas.
La calidad de las verduras de la Ribera de Navarra, en particular, de la huerta de Tudela roza la perfección vegetal, y son muy valoradas desde hace años por los mercados, tanto en fresco como en conserva, así como por expertos cocineros del ámbito nacional. La fama alcanzada por las alcachofas o los cogollos de Tudela, el espárrago de Navarra, todos ellos con denominación de origen, se ha hecho extensible a las “verduras de Tudela” como producto en su conjunto.
El prestigio de la producción hortícola ha trascendido a la gastronomía, generando en los últimos años un flujo de turistas hacia el municipio de Tudela atraídos por la “buena mesa” que toma como base el producto local y la cocina tradicional vinculada a las verduras, haciendo de ello un destino que complementa su oferta turística.
En este contexto, las instituciones municipales y distintas asociaciones ciudadanas han venido promocionando y difundiendo estos años el producto local y la cultura culinaria asociada al nombre de Tudela y a los pueblos de su comarca mediante eventos en torno a productos concretos y cuyo éxito hace que cada año crezca en participantes y visitantes.
Tudela, además de ser cuna indiscutible de las verduras del mundo, ofrece una propuesta gastronómica muy variada de platos elaborados a base de verduras. Sabrosas son las ensaladas de achicoria, cardo rojo o escarola. Como primer plato destacaríamos la menestra, elaborada con alcachofas, espárragos, habitas y guisantes; o las ricas pochas con anguila en verano. Además se pueden degustar ricos platos con cualquiera de las carnes navarras, cordero o ternera, así como el pebre con caracoles. Y para finalizar, no olvidemos las centenarias mantecadas o el manjar blanco a base de almendras.
Cabe destacar que a esta cocina tradicional se le suma la nueva cocina Navarra, fruto de la labor de una emergente generación de chefs que han sabido fusionar la tradición con las nuevas técnicas creando unas propuestas innovadoras.