ZARAGOZA ENTRE TAPAS

En Zaragoza disfrutamos de una rica y variada despensa local, destacando verduras como la borraja y las hortalizas, bacalao, Ternasco de Aragón, jamón de Teruel, aceite, setas y trufa, vinos de cuatro DO ( Denominación de Origen) y seis zonas vitícolas de la tierra, repletos de premios internacionales además de cerveza artesana. Todos estos productos, en manos de grandes profesionales, hacen que Zaragoza sea una de las capitales de la tapa, las raciones y cazuelitas.

 

La cultura del tapeo no solo se vive los fines de semana, los jueves también se rinde culto a este manjar gastronómico con iniciativas como el “Juepincho”, en la zona Magdalena-Heroísmo, o “Los jueves toreros”, en el entorno a la Plaza de Toros de la Misericordia.

 

En Zaragoza se sale de tapas, aprovecha para descubrir los rincones más encantadores de Zaragoza y sus barrios… ¡Hay bares distribuidos por toda la ciudad!

 

Comenzamos la ruta por “El Tubo”, la zona más conocida de Zaragoza. Numerosos establecimientos especializados o monotemáticos (de la anchoa en salmuera, de los escabeches, del champiñón, de las migas…) te permitirán degustar la variada gastronomía sin repetir bar ni tapa. En esta ruta en pleno Casco histórico, te sorprenderán palacios renacentistas y museos – como el Museo Goya Colección Ibercaja Camón Aznar, la ruta de Caesaraugusta y también iglesias mudéjares como la de San Gil.

 

Siguiendo el legado mudéjar, estilo arquitectónico declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, la torre de la iglesia de la Magdalena te guiará como un faro hacia la calle Mayor y el barrio de la Magdalena, otro paraíso para los amantes de la mini cocina, castiza zona en la que artistas y artesanos locales se han establecido con sus tiendas y talleres. Decenas de tascas, tabernas, casas de comidas, restaurantes y bares, te llevarán hasta la iglesia de San Miguel, otro ejemplo mudéjar.

 

Continuamos el recorrido llegando hasta la iglesia de San Pablo, en el barrio conocido como “el Gancho”, con su torre campanario de 66m y uno de los miradores de la ciudad, donde emprendedores hosteleros han recuperado costumbres tan mañas como la de los vinagrillos.

 

En los últimos años se ha retomado la tradición de salir a tomar vermú, reunirse con amigos al mediodía, para compartir el aperitivo, acompañado de las mejores tapas: encurtidos, salmueras, ensaladilla, bravas y los tradicionales fritos como las croquetas o las empanadillas. Un buen ejemplo de ello son los alrededores de la Plaza de los Sitios, donde visitar el Museo de Zaragoza, la Plaza de Santa Engracia, donde se encuentra la otra basílica de la ciudad, el Paraninfo o el bulevar de la Gran Vía por el que pasear hasta llegar a la zona del campus universitario y la plaza San Francisco, donde no faltan las cervecerías, bares y restaurantes de recomendada visita.

 

Aunque la cultura del tapeo zaragozano está más concentrado en el centro y el casco histórico, también encontramos diseminados afamados templos de la tapa: al norte, en la margen izquierda del Ebro; al sur, en Torrero; al este, en San José- que también alberga una estrella Michelín– y en las Fuentes; al oeste, en los barrios de Delicias y la Almozara.

 

¡Zaragoza Te quiere cautivar con su cocina en miniatura: las Tapas, déjate seducir por sus distintos sabores y texturas!